Acude a nuestra consulta una perra de raza cocker,  hembra, castrada de  8 años de edad por un cuadro de disuria y polaquiuria desde hace varios días. El estado general del animal es bueno, TCR nomal, tª 38.5, buena condición corporal y estado alerta. Se procede a palpación abdominal,  evidenciando en vejiga la presencia de alteraciones compatibles con posibilidad de piedras en esa localización. Se realiza una radriografía latero-lateral, en la que evidenciamos la presencia de varios urolitos de aproximadamente 2-3cm de diámetro. No se hay alteraciones a nivel renal. La perra es programada para cirugía previa realización de una analítica general, en la que todos los parámetros están dentro de la normalidad.  Se manda un antibiótico de cobertura previo a la cirugía y es citada dos días después para realizar una cistotomía, en la  que se extraen 6 urolitos de diferentes tamaños, además de múltiples de pequeño tamaño y arenilla vesicular. La recuperación ha sido excelente y la perra es dada de alta en principio con una medicación acidificante, para corregir el ph urinario, en espera del resultado del análisis de dichas piedras para poder instaurar una dieta adecuada y prevenir en el futuro posibles recidivas del problema.

Complementamos este caso clínico atendido en Clínica veterinaria Puerto Alto con una información general sobre la urolititiasis facilitado por Mª Elena Fernández  (Royal Canin Ibérica S.A.)

1. ¿Qué es un urolito?

La urolitiasis se defne como la formación en las vías urinarias, de sedimentos compuestos por uno o más cristaloides poco solubles. Los sedimentos microscópicos se denominan cristales y los precipitados macroscópicos más grandes se llaman urolitos o cálculos urinarios.

Los cuatro minerales que se encuentran con mayor frecuencia en los urolitos del perro son el fosfato amónico magnésico (estruvita), el oxalato cálcico, el urato amónico y la cistina. Otros tipos de urolitos menos frecuentes son el fosfato cálcico y los silicatos.

2. Estoy preocupado/a por los cálculos urinarios ¿Cuándo debo acudir al veterinario?

Los signos clínicos de cálculos urinarios pueden variar dependiendo del tamaño, localización y forma del cálculo. Algunos cálculos pueden dañar la mucosa de la vejiga y causar infección, y algunos cálculos pueden obstruir las vías urinarias. Los signos de alarma que el propietario puede observar en el perro son:

  • Orina más frecuentemente y en pequeñas cantidades. Además tiende a lamerse la zona genital con mucha frecuencia.
  • Permanece más tiempo de lo habitual en posición de orinar y muestra signos de dolor.
  • Orina con esfuerzo.
  • Puede aparecer sangre en orina.
  • Pérdida de apetito.
  • Cambios de comportamiento.

Si el cálculo se encuentra localizado en la uretra puede impedir el flujo de orina y la vejiga se irá dilatando por la incapacidad de emisión de la orina. Esta situación requiere una atención inmediata por parte del equipo veterinario.

Urolitiasis

3. Si mi perro tiene un problema urinario ¿es qué tiene cálculos?

No necesariamente. Las Enfermedades del Tracto Urinario Inferior son muy diversas. La cistitis de origen bacteriano, es el trastorno urinario más frecuente en el perro. El tratamiento se basa en el uso de antibióticos. Otras afecciones del tracto urinario inferior pueden deberse a incontinencia urinaria, tumores, anomalías anatómicas… etc

PRINCIPALES AFECCIONES RESPONSABLES DE LOS SIGNOS CLINICOS DE LAS ENFERMEDADES DEL TRACTO URINARIO INFERIOR (Ludich et at., 2000)

  • Cistitis: 40%
  • Incontinencia: 24%
  • Urolitos: 18%
  • Otros: 8%

4. ¿Cuáles son los factores de riesgo de urolitiasis?

 Raza, Sexo y Edad

La urolitiasis tiende a afectar a las razas más pequeñas con mayor frecuencia que a las grandes. La predisposición de las razas más pequeñas puede estar relacionada con su menor volumen de orina, menor número de micciones y, por tanto, mayor concentración de minerales. La predisposición racial a tipos específcos de minerales sugiere una base genética.

La mayoría de las urolitiasis son más frecuentes en los machos, mientras que la urolitiasis por estruvita tiene una elevada incidencia en las hembras, probablemente a causa de su mayor sensibilidad a padecer infecciones bacterianas. La urolitiasis suele aparecer en los perros maduros, aunque el rango de edad es amplio. Los cálculos que contienen calcio (fosfatos y oxalatos) tienden a observarse en los perros de más edad.

 Alimentación y consumo de agua

La alimentación puede inlfuir en la composición de la orina, por lo que los factores alimentarios desempeñan un papel signifcativo en el aumento del riesgo de urolitiasis.

Se ha demostrado que las dietas con una humedad elevada y un aumento moderado de sodio reducen el riesgo de formación de oxalato cálcico en las razas de perros sensibles.

La reducción de purinas reduce la excreción de urato en la orina tanto en los perros sanos en general, como en los Dálmatas, en particular.

Infecciones del tracto urinario

Las infecciones predisponen al perro a la urolitiasis por estruvita, en especial si están asociadas a bacterias formadoras de ureasa. Como las infecciones urinarias son más frecuentes en las hembras que en los machos, esto explica por qué los urolitos de estruvita aparecen con mayor frecuencia en éstas y en particular en las esterilizadas.

Urolitiasis

5. ¿Por qué se han formado los cálculos?

La urolitiasis puede ser una consecuencia de alteraciones hereditarias (ej: Dálmata, Terranova),  congénitas (ej: malformaciones urogenitales) o adquiridas (cistitis, alteraciones metabólicas…) que provocan un aumento del contenido de minerales en la orina. La concentración de estos minerales en la orina, favorece su precipitación en forma de cristales que posteriormente crecerán y formarán cálculos. Cuando la orina presenta esta situación en la que precipitan los cristales, se dice que la orina se encuentra sobresaturada.

  • La estruvita (fosfato amónico magnésico). Es uno de los minerales más frecuentes en los urolitos caninos. Algunos factores como la infección., orina alcalina, alimentación y la predisposición genética pueden favorecer su formación.
  • El Oxalato cálcico. El principal factor de riesgo de la urolitiasis por oxalato cálcico es la sobresaturación de la orina por calcio y por oxalato, en presencia de una calciuria relativamente elevada. Un aumento de la absorción intestinal de calcio, es una causa reconocida de urolitiasis por oxalato cálcico tanto en seres humanos como en perros sensibles a este tipo de urolitiasis
  • Urato. El ácido úrico es uno de los productos de degradación del metabolismo de las purinas. En los perros casi todo el urato formado a partir de la degradación de las proteínas es transformado en alantoína. Los perros de raza Dálmata, sin embargo, sólo convierten a alantoína el 30-40% de lácido úrico, lo que da lugar a un aumento de la excreción de urato, y formación de urolitos. Se ha sugerido una predisposición familiarde urolitiasis por urato en el Bulldog Inglés. Cualquier disfunción hepática grave puede predisponer al perro a una urolitiasis por urato, pero existe una predisposición específca en los perros que presentan shunts portosistémicos congénitos o adquiridos. Estos perros suelen desarrollar una cristaluria intermitente o cálculos de urato, o ambas cosas. Los factores dietéticos de riesgo para la urolitiasis por urato son las dietas ricas en pur-nas (por ejemplo, dietas ricas en vísceras) y un consumo de agua escaso. La acidez de la orina promueve la formación de urato.
  • Cistina. Estos urolitos aparecen en perros con cistinuria, debida a una alteración genética del metabolismo. La cistinuria suele ser el únicosigno detectable. No todos los perros cistinúricos forman urolitos y los cálculos no suelen detectarse hasta la madurez. Aparecen predominantemente en los machos .

6. Mi perro tiene cálculos ¿Qué debe comer?

En la alimentación del perro con urolitiasis tan-to de forma preventiva como terapeútica hayque considerar:

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La Sobresaturación Relativa de la Orina

La sobresaturación relativa de la orina (RSS),es un método para determinar la saturación de la orina y el riesgo de formación de cristales. Su importancia se basa en que un solo valor incorpora todos los parámetros que influyen enla posibilidad de desarrollar un tipo particular de urolito: pH urinario, dilución de la orina, todos los componentes esenciales de la orina y las posibles interacciones entre ellos.

Es el método más extendido en el análisis urinario de los seres humanos y ha sido validado para la orina de perros y gatos.

Actualmente, gracias al cálculo de la Sobresaturación Relativa de la orina (RSS), es posible formular un único alimento para el control tanto de Estruvita como de Oxalato.

La estimulación de la ingesta deagua y la diuresis

Para cualquier tipo de cálculo, animar al perro a beber para potenciar la producción de una orina diluida constituye una parte esencial de la prevención de la formación de cálculos. La dilución de la orina limita la concentración de los precursores de los cristales. Los alimentos húmedos y /o con niveles de sodio moderadamente aumentados estimulan la ingesta de agua y promueven la diuresis. Numerosos estudios en perros y gatos han demostrado los benefcios de las dietas moderadamente enriquecidas con sodio en el volumen urinario, así como en la saturación de orina. El suplemento con sodio sigue siendo una herramienta muy útil en la prevención y tratamiento de urolitos.

El pH Urinario

Acidifcar la orina es el mejor método para reducir la saturación urinaria de estruvita y evitar así la formación de este tipo de cálculos. Los cálculos de estruvita son muy solubles apH ácido, por lo que la acidifcación ayudará, incluso, a disolverlos.

Los cálculos de oxalato cálcico no son sensibles al pH urinario. Es preferible combinar una mayor diuresis con un pH moderadamente ácido (6-6,5) para prevenir a la vez la aparición de cálculos de oxalato y de estruvita.

A la inversa, para la urolitiasis por cistina y por urato es necesario conseguir un pH másalcalino (alrededor de 7) para incrementar la solubilidad de estos cálculos.

Las Proteínas

Se ha recomendado restringir las proteínas para contribuir al tratamiento de las urolitiasis por urato y por cistina. En especial, los perros predispuestos a formar cálculos de urato (Dálmatas, Bulldog Inglés) necesita nuna dieta que sea restringida en purinas, sin reducir necesariamente el total de proteínas ingeridas.

Estos dos objetivos son compatibles cuando se selecciona una fuente de proteína baja en purinas, como la soja.

7. ¿Es peligroso el aumento de sodio en la dieta?

En el perro, el aumento del sodio de los alimentos tiene un papel evidente a la hora de estimular la diuresis y reducirla saturación de la orina. La relación entre el contenido de sal en la alimentación humana y la hipertensión es objeto de intensos debates, por lo que es lógico preguntarse acerca de la influencia de la sal (NaCl) sobre la presión arterial del perro. Se ha estudiado la evolución de la presión arterial en función del contenido de salen la alimentación (Biourgeet al., 2002).

Ocho hembras de Beagle de entre dos y cuatro años se dividieron en dos grupos y se las alimentó durante dos semanas con el mismo alimento seco (acidifcante). La única diferenciaentre ambas dietas era el contenido de NaCl:

    • la dieta control contenía: 0,38% Na y 1,40% Cl
    • la dieta enriquecida en NaCl contenía: 0,96%N a y 2,40% Cl (sobre materia seca).

Ambos grupos consumieron las dos dietas de forma alterna, con un periodo de transición de una semana durante el cual se les alimentó con un alimento de mantenimiento convencional.

Los resultados de este estudio demostraron claramente que el enriquecimiento moderado del alimento con NaCl aumenta el volumen de orina sin alterar la presión arterial de los perros en comparación con un alimento convencional.

Los valores de presión arterial observados se encontraban dentro del intervalo de referencia normal (< 160 mm Hg).

En otros cuatro estudios tampoco se han obtenido pruebas de que el incremento moderado del sodio alimentario (hasta 3,2 g Na/ 1000kcal) influya en la presión arterial de los perros y los gatos, sanos o afectados por una enfermedad renal (Burankarl et al., 2003; Greco etal., 1994; Kirk 2002; Luckschander et al., 2002).

Las últimas recomendaciones del NRC indican que no existe ningún riesgo para el perro cuando el contenido de sodio de la alimentación es de 3,75 g/ 1000 kcal en un alimento seco que aporta 4000 kcal/ kg.