Los medios de comunicación informan en estos días sobre la decisión del ayuntamiento de Puerto Real, que ha recogido la propuesta de ‘dECOnstruir – Ecologistas en Acción‘ y la asociación protectora de animales ‘Lucía Gatita’ para utilizar la conocida como ‘Pirotecnia Silenciosa‘, sustituyendo el tradicional espectáculo de fuegos artificiales que había organizado el municipio gaditano para las navidades de este año, por otro de tipo silencioso que no afecta a la calidad visual del espectáculo, pero produce mucho menos ruido. Se trata de una alternativa que cada vez es más común en muchas ciudades europeas.
La decisión de utilizar “Pirotecnia silenciosa” beneficia principalmente a aquellas personas más sensibles al ruido como son los bebés, las personas mayores, o quienes padecen algún problema de salud mental, pero también es muy positiva para los animales domésticos y la fauna salvaje, que ante el estruendo de los fuegos artificiales sufren crisis de ansiedad, miedo descontrolado, taquicardia, ataques al corazón o se escapan. Estudios científicos estiman que aproximadamente la mitad de los perros urbanos sufre alguno de los síntomas relacionados con las explosiones.
La Organización Mundial de la salud cifra en 120 decibelios el umbral máximo de ruido a partir del cual se pueden generar daños en el oído. Los cohetes pirotécnicos más potentes pueden superar fácilmente los 150 o 170 decibelios.
Pirotecnia silenciosa
Los fuegos artificiales silenciosos confían su espectacularidad a la coreografía, a veces acompañada de música, y el uso del color, mientras que el índice de ruido que generan es mucho menor que el de la pirotecnia habitual. Las detonaciones más controladas permiten el uso de químicos que generen colores más intensos.
Los colores de un fuego artificial se envasan en gránulos llamados «estrellas». Cuando ciertos compuestos químicos se calientan, emiten colores característicos para deshacerse de su exceso de energía. Por ejemplo, los compuestos de bario emiten verde, el rojo proviene del estroncio y los azules están hechos con cobre.
Cuando estalla un fuego artificial, sus bolitas se encienden, se queman y generan color a medida que flotan en el cielo. Sin embargo, si la explosión inicial es demasiado poderosa, las estrellas se rompen y se pierde una parte del efecto de color. Los fuegos artificiales más explosivos, en otras palabras, tienen solo un toque de color.
Consejos para evitar el estrés que producen los fuegos artificiales tradicionales en nuestros animales de compañía
Para evitar o disminuir el sufrimiento que producen los ruidos de los fuegos artificiales tradicionales en nuestras queridas mascotas te ofrecemos algunas recomendaciones para tener en cuenta en estas festividades.
- Mantén a tu mascota en casa. Mientras dure el espectáculo de los fuegos artificiales, mantén a tu mascota dentro de casa. Lo recomendable es que estén dentro de una habitación con las ventanas cerradas y un ruido blanco, como el de la televisión o la radio, para que el animal esté distraído de las luces y el ruido de los fuegos. Si tu mascota es un perro, lo mejor es sacarlo a pasear por la tarde para que por la noche esté cansado y tenga más probabilidades de dormirse o estar más relajado durante el espectáculo de pirotecnia.
- Identifica a tu perro. En este caso y siempre lleve a su perro identificado con una chapa, así como su chip (nombre, número de teléfono). Así si se escapa asustado a causa del ruido poderlo localizar.
- Observar su comportamiento. Observarlo muy de cerca pero sin interferir con sus instintos en los momentos de estrés ya que estos pueden reaccionar de manera inesperada. Cada animal es un mundo y tienen sus preferencias a la hora de esconderse o de refugiarse: debajo de la cama, dentro de un armario o detrás de las cortinas. Hay que dejarles ir a esos sitios -son su refugio- y allí ellos se sienten más seguros y tranquilos. Además si les forzamos a salir de su escondite, su miedo se convertirá en pánico y se agravará la situación. Si las cosas se hacen de manera relajada, al poco tiempo, nuestro fiel amigo saldrá de su escondite.
- Consulta al veterinario. Si tu animal es muy nervioso, te recomendamos que unas semanas antes de que empiecen las fiestas, acudas a la clínica veterinaria y consultes si se le puede administrar algún tipo de relajante o tranquilizante apto para perros o gatos.