Un estudio investiga la actividad neuronal de perros como respuesta ante palabras y objetos que conocen, y ante otros juguetes y términos que desconocen.

Awake fMRI Reveals Brain Regions for Novel Word Detection in Dogs (Prichard et al. 2018)

Cuando algunos perros escuchan a sus dueños decir la palabra ”pelota”, por ejemplo, se animan, se agitan, incluso pueden correr a una ventana y mirar hacia afuera. Pero, ¿qué significa esta palabra para el perro? ¿Significa «prestar atención, vamos a jugar, algo va a suceder»? ¿O el perro realmente se imagina un objeto redondo que bota, en su mente?

Investigadores de la Universidad Emory de Atlanta (Prichard y otros, 2018) han publicado en la revista Frontiers in Neuroscience uno de los primeros estudios que han utilizado imágenes cerebrales de perros para probar cómo nuestros compañeros caninos procesan las palabras que se les han enseñado a asociar con objetos. Los resultados sugieren que los perros tienen al menos una representación neuronal rudimentaria del significado de las palabras que les han enseñado, diferenciando las palabras que han escuchado de las que no. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde que los perros conocen el significado de estas palabras.

«Sabemos que los perros tienen la capacidad de procesar al menos algunos aspectos del lenguaje humano, ya que pueden aprender a seguir órdenes verbales«, dice el neurocientífico Gregory Berns, autor principal del estudio. «La investigación anterior, sin embargo, sugiere que los perros pueden confiar en muchas otras indicaciones para seguir una orden verbal, como la mirada, los gestos e incluso las expresiones emocionales de sus dueños«.

El estudio se encuadra dentro del Dog Project, un proyecto que investiga cuestiones evolutivas sobre el mejor y más antiguo amigo del hombre. Ha sido el primer estudio en el que se ha adiestrado a los perros para que entren voluntariamente en un escáner y permanezcan inmóviles para la realización de una resonancia magnética, sin necesidad de sedación. La investigación  identificó las zonas especializadas del cerebro del perro para el procesamiento de rostros, demostraron respuestas olfativas a los olores humanos y de perros, y vincularon la función prefrontal al control inhibitorio.

Awake fMRI Reveals Brain Regions for Novel Word Detection in Dogs (Prichard et al. 2018)

Para el estudio en cuestión, durante meses, 12 perros de diferentes razas fueron entrenados por sus dueños para que recuperasen dos objetos (juguetes) diferentes al pronunciar los nombres de dichos objetos. Uno de los juguetes tenía una textura suave, como un animal de peluche, y otro con una textura diferente, como el caucho, para facilitar la diferenciación. El entrenamiento consistió en instruir a los perros para que buscaran uno de los objetos y luego recompensarlos.

Durante el experimento, el perro entrenado se situaba dentro del escáner mientras el dueño, situado frente a él, le decía los nombres de los objetos al perro a intervalos establecidos, para luego mostrarle los juguetes correspondientes.

Eddie, una mezcla de Golden Retriever-Labrador, por ejemplo, escuchó a su dueño decir las palabras «Piggy» o «Monkey», y a continuación su dueño le enseñó el juguete correspondiente. El propietario también pronunció palabras absurdas, como «bobbu» y «bodmick», y después enseñar objetos desconocidos como un sombrero o una muñeca.

Los perros quieren complacer a sus dueños

Sorprendentemente, los resultados mostraron una mayor activación en las regiones auditivas del cerebro al escuchar las palabras desconocidas, en vez de aquellas con las que habían sido entrenados.

Los investigadores sabían que los perros discriminarían entre las palabras que conocen y las que no, aunque lo sorprendente fue que tuvieron un resultado opuesto al de la investigación en humanos, dado que las personas suelen mostrar una mayor actividad neuronal con las palabras conocidas que con las que desconocen.

Los autores del estudio proponen que los perros presentan una mayor actividad neural con palabras desconocidas porque sienten que sus dueños quieren que entiendan lo que están diciendo y tratan de hacerlo. Es una forma de complacer a sus dueños, y también recibir elogios o comida.

La mitad de los perros en el experimento mostraron un aumento de la actividad neuronal en su corteza parietotemporal, un área del cerebro que los investigadores creen que puede ser análoga al Giro angular del cerebro de los humanos, encargado de los proceso mentales ligados al lenguaje y al cálculo.

La otra mitad de los perros, sin embargo, mostró una mayor actividad neuronal con palabras desconocidas en otras regiones del cerebro, incluidas las otras partes de la corteza temporal izquierda y la amígdala, el núcleo caudado y el tálamo.

Estas diferencias pueden estar relacionadas con una limitación del estudio: la diversidad de razas y tamaños de los perros, que probablemente lleven aparejadas distintas capacidades cognitivas.

Vigo en el río Guadalmansa (Estepona)

El estudio concluye que los perros pueden tener diferentes capacidades y motivaciones para aprender y comprender palabras humanas, pero parecen tener una representación neuronal del significado de las palabras que se les ha enseñado, más allá de una respuesta asociada a un estímulo de bajo nivel (modelo estímulo-respuesta o condicionamiento pavlovliano).

Esta conclusión no significa que la forma más efectiva para que un propietario se comunique con su mascota sea la utilización de palabras. De hecho, otra investigación de los mismos autores concluyó que el sistema de recompensa neuronal de los perros está más en sintonía con las señales visuales y olfativas que con las verbales.

«Cuando las personas quieren enseñarle un truco a su perro, a menudo usan un comando verbal porque eso es lo que preferimos los humanos«, dice Ashely Prichard, una de las autoras del estudio. «Sin embargo, desde la perspectiva del perro, un comando visual podría ser más efectivo, ayudando al perro a aprender el truco más rápido«.

Vía: Emory News Center. (Traducción: Inmaculada Moreno Montes – Clínica Veterinaria Puerto Alto)

Referencias:

  • Ashely Prichard, Peter F.Cook, Mark Spivak, Raveena Chhibber & Gregory S. Berns. “Awake fMRI Reveals Brain Regions for Novel Word Detection in Dogs” (2018), Frontiers in Neuroscience. https://doi.org/10.3389/fnins.2018.00737